Aprender a meditar. Por una mejor relajación y concentración en tu día a día.

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¿Crees que la meditación sirve sólo para relajarte? Entonces es hora de darle una oportunidad, ya que gracias a ella podrás recargar tu energía y prepararte para una nueva semana llena de motivación. Meditar de forma habitual puede ayudarte a vivir una vida más equilibrada y a tener una mayor capacidad de concentración. Mantén tus pensamientos bajo control. Aquí te enseñamos cómo empezar a meditar.

Índice 

  1. ¿Qué es la meditación?
  2. ¿Cómo puedo aprender a meditar?
  3. Problemas a la hora de meditar
  4. ¿Qué efectos tiene la meditación?
  5. Conclusiones

¿Qué es la meditación?

La meditación es una forma consciente de relajación. Consiste en un estado de plena atención que nos ayuda a conectar con nuestro equilibrio interior, nuestro centro mismo.

¿Pero qué quiere decir todo eso exactamente?

Quizá la siguiente situación te resulte familiar: estás todavía en el trabajo y te queda mucho por hacer. Una vez termines el trabajo te estará esperando una gran cantidad de recados. Hacer la compra, ir al gimnasio, recoger a lo mejor a los niños en clase de música o simplemente quedar con los amigos.

Tu cabeza está por ello continuamente ocupada con varias cosas a la vez. Organizar, planificar y solucionar problemas de último minuto en el trabajo; todas esas tareas forman en la actualidad parte de la vida laboral.

Por esos motivos es beneficioso desconectar deliberadamente. Esto es justo lo que te permite la meditación. Desconectar conscientemente no significa sin embargo que debas echarte a dormir.

Significa en mayor medida que adoptes una postura determinada y que prestes total atención a la relajación para que tu cuerpo y sobre todo tu mente puedan reposarse. Cuando meditas, te concentras completamente en ti, aprendes a desconectar tu cuerpo y tu mente conscientemente, recargando tus reservas de energía y mejorando así tu productividad.

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¿Cómo puedo aprender a meditar?

Los principiantes suelen preguntarse por dónde empezar. Hoy estás de suerte porque es mucho más simple de lo que seguramente creas. Lo primero que debes hacer es, como en el caso de todo método de relajación, buscar un lugar tranquilo en el que puedas meditar. Apaga todos los elementos que te puedan desconcentrar como la radio, la televisión o el smartphone cuando vayas a meditar. Y lo más importante: elige un momento del día que te pertenezca completamente.

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El momento más adecuado para meditar es aquel en el que tu tiempo te pertenezca por entero. Por ejemplo, antes o después del trabajo o durante la hora de comer si te es posible. Con frecuencia se suele integrar la meditación en la rutina de la mañana. Lo mejor que puedes hacer es probar a meditar en diferentes horas del día hasta encontrar el momento ideal.

Es muy importante que medites en un lugar tranquilo, pero también limpio y ordenado, ya que en un cuarto desordenado tendrás la impresión de que tienes mucho por hacer. Si estás en medio del caos, te resultará complicado desconectar completamente. Averigua como puedes hacer limpieza general de tu casa en 7 simples pasos.

Deberás tener una postura corporal relajada pero también erguida para mantener la concentración. Por ello no es adecuado recostarse. Siéntate por ejemplo con la espalda recta en una silla o en el suelo con las piernas cruzadas o en posición de loto.

La duración de la meditación no juega en principio un papel determinante. Algunos veteranos meditan hasta 2 horas, pero no te preocupes, no es necesario invertir tanto tiempo para sacar partido a la meditación. En un principio basta con 5 minutos al día.

Aprender a meditar: guía

1. Encuentra tu mantra

Ahora comienza la meditación propiamente dicha. Empieza centrándote en tu respiración. Al principio basta con que te tomes 5 minutos al día para recitar e interiorizar un mantra determinado. Recítalo entonces al inspirar y al expirar.

2. Presta atención a tu respiración

Siente en segundo lugar cómo vas inspirando lentamente el aire. ¿Está frío o caliente? ¿A qué huele? ¿Qué sensaciones tienes cuando el aire entra por tu nariz? ¿Y cuando espiras el aire tranquilamente?

3. Escucha a tu cuerpo

Una vez domines la forma de meditación precedente podrás pasar al siguiente nivel. Concéntrate ahora en tu cuerpo. ¿Qué sientes? ¿Calor? ¿Frío? ¿Te duele algo? Trata de centrarte conscientemente en cada parte de tu cuerpo de la cabeza a los pies.

4. Concéntrate en tus sentimientos

Trata ahora de conocerte mejor concentrándote en tus sentimientos. Trata de averiguar qué sientes exactamente: ¿estrés? ¿tranquilidad? ¿enfado? ¿tristeza? ¿Quizá te sientes de cualquier otra manera? Acepta tu sentimiento, aprende a vivir con ello y dilúyelo.

Una vez hayas meditado con éxito no deberías volver directamente a tus ocupaciones. Permanece unos instantes en la posición relajada sin concentrarte en nada en concreto. Abre lentamente los ojos. Estírate si te apetece y levántate lentamente. 

5. Regularidad

¿Te sigue resultando extraño meditar? Es normal que te ocurra al principio pero cuanto más lo hagas, mejor se te dará y más rápido notarás los efectos positivos de la meditación. Lo importante es: mejor 5 minutos al día que una vez por semana durante una hora.

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Problemas a la hora de meditar

Si has seguido los pasos precedentes, la meditación debería resultarte mucho más fácil, aunque es sin embargo posible que surjan problemas que te impidan meditar correctamente. He aquí los más frecuentes:

1. Falta de tiempo

¿Crees que te falta el tiempo para meditar? Si estás empezando, no necesitarás más de 5 minutos. Después de ese breve periodo de tiempo habrás descansado y rendirás mucho más, lo que te permitirá ganar tiempo a la larga. Seamos sinceros, si prescindes durante 5 minutos de dormir o de andar con el smartphone, tendrás tiempo para meditar.

2. Demasiado en la cabeza

Otro problema frecuente que suele dificultar la meditación a los principiantes son los pensamientos recurrentes. Quizá has vivido ya esta situación: quieres meditar y centrar toda tu atención en una sola cosa.

Por desgracia tienes pensamientos distractores que se repiten y que ocupan tu mente de forma prolongada y te desconcentran. Es completamente normal. Acepta que estos pensamientos puedan aparecer y apártalos deliberadamente a un lado para poder seguir concentrándote en la meditación.

Esta técnica es perfectamente aplicable para combatir patrones de pensamiento negativos tales como la envidia, la ira o las inseguridades. Se trata de pensamientos bastante comunes que podrás sin embargo eliminar si los ves como realmente son: pensamientos generados en tu cerebro que no tienen por qué ser ciertos.

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Tenlo en cuenta y decide qué hacer con esos pensamientos. ¿Prefieres que tus pensamientos te determinen o determinar tú a tus pensamientos?

3. Hormigueos y entumecimiento

Otro de los obstáculos frecuentes es el entumecimiento de ciertas partes del cuerpo. Si por ejemplo se te duerme el pie mientras meditas, podrías tener problemas de concentración. Prueba diferentes posturas al sentarte hasta encontrar la que te resulte más cómoda.

¿Cuál es el objetivo de la meditación?

1. Aprenderás a relajarte conscientemente

Meditar con regularidad tiene muchos efectos positivos en tu persona. El más importante de todos ellos es que aprenderás a relajarte con completa consciencia. Con un poco de práctica podrás aplicar esta técnica allá donde estés. No importa que sea en un parque durante tu tiempo libre, en una cafetería en la que te sientas completamente a gusto o durante tu próximo viaje de negocios en el tren o en el avión.

2. Tu productividad aumentará

Aprenderás a calmarte con mayor rapidez, a recargar energía para realizar las tareas que tengas pendientes, a concéntrate mejor. Todo ello te permitirá aumentar tu productividad. Cada vez más personas con puestos de responsabilidad meditan regularmente ya que su capacidad de concentración se ve aumentada además de mejorada.

3. Tu seguridad en ti mismo y tu capacidad de resistencia al estrés aumentarán

Si aprendes a controlar tus pensamientos y a dejar de comerte la cabeza, ganarás confianza en ti mismo. Esto te permitirá además tomar cierta distancia de los pensamientos perjudiciales, ser más resistente al estrés y afrontar tu día a día con más tranquilidad.

Conclusiones

  • La meditación es una forma consciente de relajación.
  • La persistencia y la regularidad son importantes para la meditación.
  • Mejor 5 minutos al día que una hora por semana.
  • Meditar te ayuda a controlar mejor tus pensamientos.
  • Te ayuda a recargar energía.
  • Eleva tu productividad.
  • El resultado es una mayor confianza en tí mismo y una mayor tranquilidad en la vida diaria.

Fuentes del artículo

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