Los espárragos: una verdura de lo más sabrosa
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Todos los años, mayo viene cargadito de espárragos, que protagonizan los mercadillos y la sección de verduras del supermercado con su frescura blanca y verde. ¡Es uno de los grandes regalos de la primavera! Pese a su precio algo elevado, especialmente al inicio de temporada, y al esfuerzo que supone pelarlos, muchos esperamos con ansia su llegada con la sartén y la cazuela listas en la cocina. Y tú, ¿también formas parte de la tribu esparraguera? Si aún no eres fan, seguro que te unes en cuanto aprendas lo sanos que son los espárragos blancos y verdes y descubras nuestras sorprendentes recetas.
¿Espárragos blancos o verdes?
Ambas variedades de espárragos (cuyo nombre científico es asparagus officinalis) alegran nuestros platos. Estos alimentos, que son brotes de la esparraguera, presentan más similitudes que diferencias. Te contamos a continuación en qué se distinguen el espárrago verde y el blanco:
- Los espárragos blancos crecen dentro de la tierra, por lo que su cultivo lleva tiempo, lo cual hace que su precio sea bastante más elevado que el de su primo verde. Sin embargo, a medida que avanza junio, los precios de ambas variedades bajan más y más.
- Los espárragos verdes o espárragos trigueros adquieren su color al crecer al aire libre y no es necesario pelarlos, a diferencia de los espárragos blancos. La zona superior de ambos está compuesta por pequeñas hojas, que se aprietan durante el cultivo. Su preparación no presenta ninguna dificultad: simplemente corta la parte inferior del tallo y ¡listo! Prepara la mantequilla, el aceite de oliva o el agua hirviendo y saltéalos, cocínalos al vapor o cuécelos.
- Mientras que los espárragos blancos cocidos se derriten en la boca, los verdes tienen una textura más firme.
- En cuanto al sabor, el del espárrago blanco es refinado y noble y el del verde, fuerte y sabroso.
El valor nutricional de los espárragos
Ahora viene la pregunta del millón: ¿cuáles son las propiedades de los espárragos blancos? Te traemos un resumen sobre sus macronutrientes por cada 100 g de espárragos:
| Valor nutricional | por cada 100 g de espárragos |
| Calorías | 18 kcal |
| Proteínas | 1,8 g |
| Carbohidratos | 1,8 g |
| Grasas | 0,1 g |
| Fibra | 1,4 g |
Con un contenido de agua de alrededor del 90%, los espárragos blancos forman parte de la categoría de verduras muy bajas en calorías. Si actualmente estás cuidando mucho tu alimentación, sin duda puedes agregar espárragos a la lista de la compra: son una buena entrada ligera (con un chorrito de aceite y otro de vino blanco, sal y pimienta) o una excelente guarnición para platos como huevos revueltos o arroz integral con pescado. Al tratarse también del fruto de la esparraguera, los espárragos verdes o espárragos trigueros tienen unas propiedades similares. Quizás te guste uno más que otro, pero si no tienes preferencia, puedes ir alternando ambas variedades en tus platos para hacerlos más diversos.
Si ahora mismo tu objetivo consiste en desarrollar masa muscular mediante un entrenamiento intensivo con pesas y una dieta equilibrada, los espárragos pueden formar parte de tu programa nutricional. Entre sus propiedades, destaca su alto contenido en asparagina, un aminoácido proteinogénico no esencial que el organismo usa para sintetizar proteínas. Tu cuerpo es capaz de sintetizar asparagina por sí solo, pero la ingesta adicional a través de los alimentos puede ser muy beneficiosa para ganar músculo. Como curiosidad, el término “asparagina” está ligado al nombre de estas plantas en inglés, asparagus, y en latín, asparagus officinalis.
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Además de los macronutrientes mencionados, tanto los espárragos blancos como los verdes contienen una cantidad mucho más alta que la media de vitamina C. Para descubrir la manera en que los nutrientes influyen en tu rendimiento, échales un vistazo a nuestros artículos sobre vitaminas y minerales.
Cómo cocinar espárragos
Antes de nada, te recordamos que los espárragos son muy buenos para la salud. Sin embargo, las salsas con las que se suelen servir ya no lo son tanto. Lo más sano es comerlos con pocos ingredientes, por ejemplo, una crema de espárragos o un salteado con sal, pimienta, aceite de oliva y huevos revueltos. Eso no significa, por supuesto, que durante la temporada de espárragos no puedas darte un capricho y tomarte unos ricos espárragos con mayonesa (mejor casera), rebozados con harina a modo tempura o con leche de coco o crema de leche. En la cocina y en la vida, ¡todo es cuestión de equilibrio! Con la alimentación intuitiva, aprende a comer escuchando tu cuerpo y disfrutando de cada bocado.
Cómo pelar los espárragos
Aunque normalmente se suelen vender ya pelados, si te dispones a cocinar espárragos blancos sin pelar, lo único que tienes que hacer es remangarte y armarte con un pelador. Es fácil: solo tienes que retirar la parte inferior del tallo, muy fibrosa, y pelar los espárragos con cuidado de no tocar la yema o parte de las hojas.
Espárragos cocidos, asados y a la plancha
En principio, el método de preparación más común de cocinar los espárragos es la cocción. Te recomendamos, eso sí, hacer más que echar los espárragos en una cazuela con agua hirviendo. Mejor prepáralos con ralladura y zumo de limón, una cucharadita de azúcar, un poco de mantequilla, un chorrito de vino blanco y sal. Dependiendo del grosor de los espárragos, tendrás que hervirlos a fuego lento entre 10 y 15 minutos.
Tanto los espárragos trigueros como los blancos quedan riquísimos a la plancha. Para prepararlos, corta la parte inferior, vierte un chorrito de aceite de oliva virgen en una sartén y saltea los tallos enteros o en trocitos de 10 a 12 minutos a fuego medio, sin dejar de revolverlos.
Pero ¡la sartén y la cazuela no son las únicas opciones! Cuando llegue la temporada de barbacoas, piensa más allá de la carne y no te olvides de los espárragos. Además de disfrutar de su sabor, los espárragos nos regalan un aroma especialmente exquisito que encandilará a todos las personas listas para comer. El nivel de dificultad quizás sea mayor para los espárragos a la barbacoa, pero los dejarás en su punto si sigues un par de consejos: asegúrate de que las brasas no estén demasiado calientes, revuelve los espárragos con regularidad y calcula un tiempo de cocción de 10 a 12 minutos. Los puedes acompañar de una salsa casera, aceite de oliva o mantequilla y un toque de sal y pimienta.
Nuestras recetas con espárragos favoritas
Tanto los espárragos verdes como los espárragos blancos quedan deliciosos en infinidad de recetas: rebozados con harina, en un salteado con huevo, ajo y cebolla, en cremas, con salsas (mostaza, mayonesa casera…), en caldo, con sal, pimienta y aceite o mantequilla, en tortilla… Y, por supuesto, también sirven como guarnición para los platos con arroz, huevos o pescado. Si algo hay en nuestro recetario para la primavera y parte del verano ¡eso son comidas con espárragos trigueros y blancos! Cocina plato tras plato sin contarte: de esta manera, aprovecharás todas las propiedades de las plantas de temporada.
Entre todas las recetas con espárragos trigueros, tenemos un plato estrella: ensalada de espárragos verdes y fresas. Efectivamente, las fresas están de temporada también hasta finales de junio y la combinación te va a sorprender. La guinda de esta deliciosa ensalada de verano la pone el queso feta. Para darle más sabor, añádele al plato rúcula, piñones y una salsa de miel dulce. Y, si te apetece, acompáñalo de una copita de vino blanco. Lee la receta entera de ensalada de espárragos con fresa y queso feta.
Consejo para los amantes de la pasta: Añade a tu cesta un paquete de pasta proteica y convierte esta receta en un plato de pasta con salsa de espárragos trigueros y fresas y un alto contenido proteico.
Fuentes del artículo
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