Melisa: descubre las propiedades de este sedante natural
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Sólo con pensar en tomarnos un té con melisa nuestros sentidos se van relajando. Al fin y al cabo, esta planta es bien conocida como remedio natural para calmarnos cuando estamos estresados. ¿Pero en qué consisten realmente sus propiedades? Descúbrelo en el siguiente artículo.
¿Qué es la melisa?
También conocida como hoja o bálsamo de limón, lo cierto es que la melisa, visualmente, no se parece demasiado al limón. Tampoco se puede decir que estén botánicamente emparentados, así que esta coincidencia se debe, probablemente, al aroma fresco y afrutado que comparten estas plantas. Este aroma, por cierto, tiene su origen en los aceites esenciales de citral y citronela. Por lo demás, la melisa, cuyo nombre científico es el de Melissa officinialis, no pertenece a la familia de los cítricos y cuenta con una nota de sabor ligeramente amargo.
La melisa, o bálsamo de limón, es una planta de la familia de las labiadas. La mayoría de estas plantas podemos encontrarlas en la cocina, como condimentos aromáticos, gracias a sus propiedades de olor y sabor. De la planta de la melisa, ya sea para usarse como condimento culinario, como medicamento o como complemento de bebidas alcohólicas, sólo se aprovechan las hojas. Antes de que podamos hacer uso de sus hojas, la planta ha de dejarse crecer y florecer. Algunas llegan a alcanzar una altura de hasta 1 metro. Las preciadas hojas presentan una característica forma ovalada, ligeramente puntiagudas en sus extremos.
La melisa es una planta cuyo uso cuenta con una larga tradición, teniendo su origen en la zona del Mediterráneo Oriental. Con el tiempo fue ganando popularidad, y ya los griegos y los romanos la emplearon como especia, aunque más aún como planta medicinal. A principios de la Edad Media, por ejemplo, no podía faltar en el jardín de prácticamente ningún monasterio.
Los beneficios de la melisa para el cuerpo
Se dice que la melisa cuenta con unos cuantos efectos positivos para nuestro organismo como, por ejemplo, el incremento de nuestra capacidad de concentración. También se habla de que cuenta con un efecto calmante o ansiolítico cuando tenemos los nervios irritados, además de contribuir a un mayor equilibrio en el sistema nervioso. Esta última propiedad se debería al aceite esencial que contiene el bálsamo de limón. Por este motivo, la melisa es uno de los tés más populares, siendo esta infusión un muy buen remedio popular para relajarse y tonificar los sentidos. Por si fuera poco, también la calidad de nuestro sueño y el sistema digestivo se ven beneficiados por los efectos de esta planta. ¡Se acabaron la hinchazón de estómago y los gases!
Ya hemos comentado los beneficios que la melisa tiene para nosotros por dentro, pero ¿qué hay de los beneficios de esta planta de cara al exterior? Pues también los tiene. Una de las propiedades más llamativas que se atribuyen a la melisa es la de ayudar a combatir un problema tan molesto como el herpes labial. Por desgracia, son muchas las personas familiarizadas con estas ampollas de fiebre, pero ahora algunos estudios de laboratorios apuntan hacia la melisa como una de las posibles soluciones para combatir los llamados virus del herpes simple. Así que, si buscas una crema para tratar un herpes labial, fíjate en si la lista de los ingredientes incluye la melisa
Melisa: ¿ayuda a dormir mejor?
Seguro que a ti también te ha pasado más de una vez: con frecuencia, en periodos especialmente estresantes, o cuando nuestras preocupaciones nos persiguen hasta altas horas nos encontramos dando vueltas en la cama, mirando al techo. A pesar de estar cansados físicamente, el sueño tarda mucho en llegar y, cuando lo hace, nos despertamos igualmente al cabo de unas pocas horas.
La melisa puede ser una solución para esas noches de nervios marcadas por la inquietud, pues una de sus principales propiedades es la de calmante.
En un estudio realizado en el Hospital Universitario de San Martino de Génova (Italia), por ejemplo, se observó que la toma de un extracto de melisa tenía un efecto positivo sobre la ansiedad y los problemas de sueño de los participantes. En algunos de ellos, el insomnio desapareció por completo, mientras que en otros la condición mejoró de forma significativa.
En cualquier caso, la melisa o bálsamo de limón no es la solución perfecta y definitiva cuando de problemas graves de insomnio se trata. Si es tu caso, y tienes trastornos del sueño de forma continuada en el tiempo, lo más recomendable es que visites cuanto antes a un especialista médico para conocer el origen del problema.
Hoja de limón o melisa como remedio natural
Las propiedades de la melisa como remedio natural son bien conocidas desde hace mucho tiempo y por eso se ha empleado históricamente como método de curación natural para problemas gastrointestinales o de los nervios. También son muchos los que utilizan el bálsamo de limón como refuerzo natural a la hora de combatir los síntomas del resfriado, la bronquitis o los calambres abdominales. Así como sus ámbitos de aplicación varían, también lo hacen sus métodos de uso.
Cuando se trata de aplicación para uso externo, la melisa puede formar parte de una compresa o cataplasma para calmar contusiones o picaduras de insecto. Sin embargo, la variante más conocida del uso de la melisa es como infusión para tomar o bien pura, o bien mezclada con otras hierbas.
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Preparación: así se emplea la melisa
Ahora llegamos a lo que verdaderamente nos importa, a los aspectos prácticos: ¿cómo se utiliza la melisa? En la cocina, la melisa es utilizada, sobre todo, para aportar a determinados platos su aroma inconfundible. Especialmente en ensaladas y en sopas es donde esta planta suele combinar mejor, pero también con platos con carne de ave, pescado o setas. Para lograr un mejor efecto, podemos condimentar con melisa diversas salsas y cremas.
El pesto es una de esas salsas que se beneficia enormemente del condimento de la melisa. En lugar de emplear la clásica albahaca, puedes optar por preparar una variante de pesto con melisa. Para concretar un poco más, debes machacar hojas frescas de melisa junto con aceite de oliva, ajo, queso parmesano, piñones (o anacardos), zumo de limón y sal. Prepara con todo ello una especie de puré espeso que le sentará a las mil maravillas a un plato de nuestra Pasta Proteica.
¡Pero la melisa también se puede tomar en dulce! Su sabor aporta a ciertos postres como helados, sorbetes, confituras o macedonias un toque de lo más fresco. Pero independientemente del uso culinario que le demos a esta planta hemos de tener en cuenta una recomendación importante: la melisa no debe ponerse a cocinar en una olla, ya que pierde su tan característico aroma en cuestión de unos pocos minutos. Consúmela siempre en fresco y tu paladar lo agradecerá.
Por último, aunque no por ello menos importante, hemos de destacar, como no podía ser de otra forma, el té de melisa. Para ello puedes tomar hojas de melisa frescas o secas, que puedes encontrar en la farmacia o en un herbolario o tienda de productos naturales. Sólo hay que verter agua hirviendo sobre ella, dejarla reposar durante unos diez minutos, sentarse y disfrutar. Eso sí, sólo deberías darte este placer de vez en cuando o durante un periodo de tiempo limitado. Los expertos aconsejan no utilizar la infusión de melisa como bebida de consumo diario, ya que en cantidades demasiado grandes podría resultar perjudicial para la salud debido a los alcaloides de pirrolizidina que contiene.
Melisa: conclusiones
- La melisa es empleada tanto como condimento culinario como remedio natural.
- La melisa se puede emplear de diferentes maneras: se puede hacer con ella una compresa, una infusión o un condimento.
- Se dice que la planta cuenta con algunos efectos positivos para la salud debido a los aceites esenciales que contiene.
- Entre otras cosas, se dice que el bálsamo de limón ayuda con los problemas digestivos, la agitación y los trastornos del sueño.
Fuentes del artículo
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