5 consejos para que los deportes al aire libre sean divertidos aunque tengas alergia

¡Sal ya!
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Eine Frau joggt draußen ©Catherine Falls Commercial

Por fin llegan los tan esperados días de calor. En realidad, es el mejor momento para trasladar el entrenamiento del gimnasio al exterior. Pero los alérgicos, especialmente los aficionados al deporte, ya lo están pasando mal con la concentración de polen. El problema es que cualquiera que le exija a su cuerpo el rendimiento máximo pese a la abundancia de polen se arriesga a empeorar los síntomas y posiblemente a dañar su salud. Te desvelamos 5 consejos para que la fiebre del heno y las alergias al polen no estropeen tu actividad deportiva al aire libre.

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El ejercicio físico al aire libre puede aumentar los síntomas

Nariz congestionada, estornudos constantes y picor de ojos. Quienes sufren de alergia conocen el dilema anual durante la estación del polen Cualquiera que ahora también esté activo al aire libre practicando footing, ciclismo y demás, automáticamente respira con mayor profundidad, por lo que el polen también puede penetrar más fácilmente en las vías respiratorias y someterlas a mayor tensión.

Pero eso no es razón para encerrarte entre tus cuatro paredes mientras la vida continúa fuera. Porque, sobre todo durante la temporada de polen, es importante mantenerse activo para ejercitar los músculos respiratorios y así fortalecerlos y protegerlos de los efectos de la alergia al polen.

Esto es lo que deberías tener en cuenta al hacer ejercicio si sufres fiebre del heno y alergia al polen

El deporte al aire libre también es posible teniendo alergia al polen y fiebre del heno, y es bueno para tu cuerpo. Lo importante es que te esfuerces algo menos de lo que estás acostumbrado. De todos modos, es probable que tu cuerpo se encuentre un poco debilitado por la concentración de polen. Nuestros 5 consejos pueden ayudarte a reducir al máximo los niveles de polen durante la práctica de deportes al aire libre.

N.º 1 Planifica el horario de ejercicio

Dependiendo de dónde vivas, debes entrenar por la mañana o por la tarde. Porque entonces todavía no hay, o ya no hay, tanto polen en el ambiente que se respira, o que puede pegarse al pelo o a la ropa. En el campo, la concentración de polen en el aire es más baja por la tarde, pero en la ciudad, lo es por la mañana.

Si tienes la oportunidad de hacer ejercicio junto al mar, sin duda deberías hacerlo. Como el viento suele venir sobre el agua libre de polen, puedes respirar junto a él sin problemas. Lo mismo ocurre con la montaña. Porque el viento no consigue llevar el polen a más de 1600 metros de altura. Así pues, subir a la cima vale la pena por partida doble para los alérgicos.

N.º 2 Espera a que llueva

Si eres un deportista del montón, respira hondo. Porque aunque las carreras bajo el sol brillante no sólo son buenas para tu estado de ánimo, sino también para tu bronceado de verano, deberías correr bajo la lluvia. Porque entonces el aire está prácticamente limpio y contiene poco o ningún polen que pueda molestar a los que sufren la fiebre del heno o a los alérgicos.

Lo bueno es que, como todos sabemos, no existe el mal tiempo si llevas la ropa adecuada (para exteriores), y ahora puedes comprarla con la conciencia tranquila.

N.º 3 Optimiza el recorrido

Por supuesto, es tentador lanzarse a la carrera por las florecientes praderas de verano. Pero de nada sirve el buen rollo corriendo si tienes que abandonar tu entrenamiento al poco tiempo porque no paras de moquear y respirar con dificultad. Porque en ningún otro lugar se levanta tanto polen cuando corres en primavera y verano que en un campo de cultivo en flor.

Por tanto, es mucho mejor que no entrenes en una zona abierta, sino, por ejemplo, en un bosque caducifolio. En él, las hojas de los árboles de hoja caduca actúan como un filtro natural contra el polen. Sólo se recomienda precaución si tienes problemas con pólenes de ciertos árboles.

N.º 4 El equipo adecuado

Aunque no lleves normalmente gafas, debes proteger tus ojos durante los entrenamientos al aire libre. Las personas que padecen fiebre del heno, en particular, suelen ser más proclives a la conjuntivitis, cuyo riesgo aumenta cuando hacen ejercicio al aire libre.

Así que usa gafas de sol, de deporte o incluso gafas especiales para el polen. Son similares a las gafas de buceo, se ajustan muy bien alrededor de los ojos y, por tanto, los protegen con especial eficacia.

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N.º 5 Lavado obligatorio después de entrenar

Nada más terminar el entrenamiento al aire libre, lava la ropa y dúchate, y lávate el pelo también. Esta es la única manera de evitar que el polen se quede pegado en la ropa o el pelo y lo sigas inhalando después del ejercicio. Procura no colgar la ropa al aire libre para que se seque. La ropa mojada atrae fuertemente el polen, y todo el efecto positivo desaparece.

Ten en cuenta: aunque nuestros consejos pueden ayudarte a pasar la temporada de polen, debes consultar previamente tu estado de salud con tu alergólogo. Sólo él o ella podrán evaluar con exactitud la gravedad de tus síntomas de alergia, el nivel de estrés que puedes soportar y los medicamentos que pueden ayudarte a hacer deporte si es necesario.

Para saber más sobre este tema en foodspring:

Fuentes del artículo

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